Este año, ¿tienes ganas de hacer propósitos de Año Nuevo? No, yo tampoco.
Muchos de nosotros no tuvimos que esperar hasta la medianoche para hacer balance. 2023 ha sido un ejercicio prolongado de establecimiento de prioridades entre exigencias altamente demandantes y un recordatorio constante de lo que es importante y lo que falta en nuestras vidas, tanto a nivel personal como profesional.
En ese contexto, perseguir objetivos se siente como algo más que agregar a nuestra lista de "tareas pendientes".
Pero ya estamos aprovechando las oportunidades para nuestro crecimiento personal
Cualesquiera que sean nuestros desafíos este año, estamos ya en el lugar adecuado, a la altura de las circunstancias, buscando estrategias y formas de afrontarlos. La adversidad puede brindarnos oportunidades para el crecimiento personal, el descubrimiento de nuevas habilidades y la construcción de resiliencia. Incluso si sentimos que estamos haciendo poco más que sobrevivir.
La resiliencia es nuestra capacidad para adaptarnos bien en situaciones de crisis y para recuperarnos rápidamente de las dificultades. Es desarrollar la elasticidad que nos permite adaptarnos. No significa que no nos afecte, se trata de nuestra respuesta y esa respuesta se puede aprender y practicar.
Para impulsar la resiliencia individual, debemos comprender nuestras fortalezas
Según el Proyecto Bounce Back, la resiliencia cuenta con cinco pilares: la autoconciencia, la atención plena, el autocuidado, las relaciones positivas y el propósito. En lo que se refiere al trabajo, conocer las fortalezas asociadas a nuestros Roles de Equipo Belbin puede ayudarnos con algunos de los pilares. Cuando podemos utilizar nuestras fortalezas en el trabajo (y entendemos las fortalezas que ofrecen los demás), podemos construir relaciones laborales más positivas y trabajar con más propósito.
Podemos practicar el autocuidado personal estableciendo límites y desconectando en determinados momentos sin sentirnos culpables. Y podemos aprender a mostrar la misma compasión hacia nosotros que la que mostramos hacia los demás cuando nos enfrentamos a tareas que nos resultan arduas, con la seguridad de saber que otras personas con habilidades complementarias, no solo nos podrán ayudar, sino que incluso podrán disfrutar del trabajo en cuestión.
No solo nosotros, los equipos y las organizaciones también necesitan resiliencia.
El aumento del trabajo remoto durante estos últimos años, ha hecho que la responsabilidad de mantener las cosas a flote recaiga más que nunca sobre los hombros de las personas a nivel individual. Los equipos que trabajan desde casa están reportando niveles más altos de productividad, pero más bajos de compromiso. Quizás imaginamos que si no revisamos el correo electrónico una vez más o atendemos una llamada más fuera del horario, el futuro de nuestra organización se verá amenazado. Pero, sinceramente, sabemos que esta no es una solución a largo plazo. Los equipos están cansados y corriendo contra reloj, cuando en realidad estamos en un maratón.
Entonces, ¿cómo podemos ayudar a nuestras organizaciones a adaptarse y revitalizar a los equipos?
Al igual que a nivel individual, los equipos necesitan autoconciencia. Necesitan dar un paso atrás y examinar su respuesta colectiva a los diferentes tipos de desafíos.
Tres caminos para progresar
Los investigadores han identificado tres maneras diferentes de trabajar que pueden ayudar a los mánagers a dirigir de manera más eficaz bajo circunstancias volátiles.
- En primer lugar, hay rutinas organizativas que son eficaces cuando el trabajo es predecible. Muchos de los procesos de trabajo establecidos entran dentro de esta categoría.
- A continuación, hay reglas simples o heurísticas. Estas son reglas de oro que nos pueden proporcionar atajos, agilizar los procesos y la toma de decisiones y priorizar el uso de recursos.
- Por último, está la improvisación: acciones espontáneas y creativas para resolver problemas que surgen con muy poca antelación.
Los investigadores argumentan que cualquier equipo tendrá un mejor desempeño y, lo que es más importante, será más resistente si es capaz de moverse cómodamente entre estos tres estilos, comprender cómo pueden interactuar e incluso mutar de uno a otro.
Cuando una situación se aleja lo suficiente de las expectativas del equipo, la improvisación se vuelve necesaria. A continuación, el equipo podría desarrollar una regla simple (heurística), basada en la experiencia de cómo funcionó la improvisación. Las heurísticas son un buen término medio porque permiten realizar ajustes a un ritmo más rápido, sin que el equipo tenga que abandonar sus principios subyacentes. Una vez que la situación se ha estabilizado, la regla simple se puede desarrollar y convertirse en una nueva rutina.
Los equipos y las organizaciones pueden recibir formación para modificar la combinación de rutinas, heurísticas e improvisación y poder así cumplir con las demandas cambiantes.
Suena genial, pero ¿cómo nos aseguramos de que se une todo el mundo?
Cuando el cambio es rápido, también lo es la improvisación. Esto puede distanciar a los miembros del equipo que no originaron la idea. Es posible que se sientan abandonados, excluidos del proceso de toma de decisiones y desconectados del propósito del cambio. Así que, además de comprender los tres enfoques, es crucial conocer las fortalezas de los miembros de tu equipo y la cultura en términos de comportamiento del mismo. De esta manera, podrás predecir cómo es probable que responda al cambio cada miembro y decidir a quién enviar a la batalla y en qué momento. Sabrás quién necesita convencerse de los beneficios de la heurística y quién estará desesperado por tener la oportunidad de improvisar.
A continuación, mostramos algunos consejos sobre cómo manejar el cambio y desarrollar la resiliencia en el equipo. Por supuesto que cada uno de nosotros cuenta con más de una fortaleza en términos de Roles de Equipo, pero con el fin de facilitar la comprensión, las referimos individualmente.
- Los Cerebros son excelentes generando nuevas ideas que no se les han ocurrido a otros, por lo que son ideales en situaciones en las que se han agotado todas las opciones y se requiere un enfoque completamente nuevo.
- Los Cohesionadores son los más adaptables de todos los Roles de Equipo. Estarán listos para respaldar la solución del equipo y probablemente desempeñarán un papel invaluable a la hora de generar e incrementar la moral del equipo. Estarán principalmente preocupados por cómo otros están llevando la situación.
- Cuando el equipo se enfrenta a numerosas exigencias altamente demandantes, los Coordinadores son necesarios para priorizar e identificar a las personas adecuadas para participar en la resolución de un problema en particular. También deben ser capaces de ceder el control, aceptando que la improvisación probablemente vendrá de la combinación de creatividad y experiencia del equipo, en lugar de desde arriba. Los Coordinadores deberán empoderar a los demás, dándoles valor para exponer la solución que podría proporcionar la clave para resolver el problema. Además, también pueden tener dificultades para conseguir una toma de decisiones basada en el consenso en un período de tiempo limitado y tener que aceptar que, al menos a corto plazo, un enfoque más decisivo puede ser requerido.
- Otro sello distintivo de las crisis es la escasez de recursos, y aquí es donde entran en juego los Investigadores de Recursos. Mientras que, en términos evolutivos, las crisis nos focalizan en la amenaza, los Investigadores de Recursos son los más competentes para mantener el optimismo y buscar oportunidades: el lado positivo.
- Los Impulsores son grandes agentes del cambio, capaces de responder rápidamente a circunstancias cambiantes. Su enfoque decidido y determinación para superar obstáculos, traerá energía y empuje al equipo cuando más se necesite.
- La mayoría de las improvisaciones parecen espontáneas, pero el tipo de creatividad que conllevan se basa en unos cimientos sólidos de experiencia y formación. Aquí es donde los Especialistas pasan a primer plano. Se debe prestar atención a sus consejos y otros miembros del equipo deberán extraer la información requerida y decidir cómo traducir esto en una estrategia viable.
- Los Implementadores, los reyes y reinas de la rutina organizativa, probablemente sean los más resistentes a los cambios que amenazan la eficiencia y los menos cómodos con la improvisación. En este caso, es fundamental que los Implementadores comprendan por qué el proceso antiguo ya no es adecuado y por qué los cambios a corto plazo beneficiarán a todos. Si pueden entender las ventajas de la improvisación ayudarán a desarrollar una regla simple más efectiva (y con el tiempo un protocolo nuevo).
- Los Finalizadores también pueden tener dificultades si se ven obligados a poner en peligro los estándares de calidad en nombre de una respuesta rápida. Puede ser oportuno explicarles que, en una situación de crisis, lo mejor que podemos dar, es lo suficientemente bueno. Y que probablemente los retrasos resulten más dañinos que las pequeñas imperfecciones.
- Los Monitores Evaluadores tampoco disfrutan con las soluciones rápidas y también pueden tener dificultades para respaldar procesos que han sido improvisados. Como resultado, pueden desvincularse del proceso de toma de decisiones. Cuando lleguen los resultados de la improvisación, pueden participar en la evaluación del experimento del equipo y determinar cómo desarrollar una regla simple.
La práctica hace la perfección
Construir un enfoque basado en la resiliencia y la elasticidad en nosotros y en nuestros equipos, es una inversión a largo plazo. Requiere reflexión, capacidad para perdonarnos a nosotros mismos y mucha práctica.
En Belbin creemos que esos son los principios en los que embarcarnos en este nuevo año que está imponiendo exigencias sin precedentes sobre nosotros.
¿Equipos cansados? ¿Tienes dificultades para dirigir de forma remota? Si la energía de tu equipo está decayendo, estamos aquí para ayudarte. Para obtener más información sobre las numerosas aplicaciones de Belbin (incluido el feedback del informe y el uso de Belbin para mejorar el rendimiento de los equipos), ¿por qué no nos llamas?